La especialidad de OSSIDO es materializar ideas, y no de una forma normal, no. Siempre a lo grande y pensando en positivo para lograr resultados espectaculares…Y si además el proyecto nos parece interesante y chulo, pues aún nos motivamos más para lograrlo. Esto nos ha pasado con uno de nuestros últimos trabajos, del que nos sentimos muy orgullosos. Hace unos meses, recibimos un mail de uno de nuestros clientes pidiéndonos bocetos de animales… El objetivo, materializarlos en peluches para emplearlos como merchandising en sus puntos de venta.
El hecho de convertir un dibujo en algo real era un hándicap que debíamos tener muy en cuenta a la hora de elegir el estilo y los materiales, porque debía primar, sobretodo la sencillez del diseño, pero sin olvidar que el resultado final fuera lo más fiel posible a la imagen del animal elegido. Otro hándicap fue el hecho de utilizar los propios tejidos del clientes para fabricar cada animalito.
El proyecto se iba poniendo emocionante por momentos.
Nos pusimos a analizar el tipo de peluche que queríamos que nos representara en las tiendas… y la verdad no fue tarea fácil, porque encontramos muchos estilos pero pocos ser adaptaban a nuestras necesidades y limitaciones. Al final, le presentamos al cliente una serie de propuestas en las que con solo dos tipos de tejidos se podía llegar a realizar el peluche. Le gustaron y a partir de ahí, nos pusimos en contacto con nuestro equipo de ilustradores para comenzar a bocetar.
La elección de qué animales elegir se planteaba complicada, porque hay muchos… Tanto el cliente como OSSIDO queríamos darle valor, no solo a la acción comercial de ofrecer este tipo de material a los puntos de venta, sino también al propio animalito en sí: es decir, darle vida, darle alma…
Entre los objetivos del cliente y nuestras aportaciones, la solución surgió como por arte de magia: ¿por qué no elegir animales que estén en peligro de extinción? 8 fueron los elegidos: la ballena azul, el gorila, el leopardo, el oso panda, el oso polar, el rinoceronte, el tiburón blanco y la tortuga.
Ya sabemos que no somos los primeros, porque Lacoste, junto a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza también lo hizo el año pasado, sustituyendo el cocodrilo por 10 animales en peligro de extinción en una serie limitada de sus polos. Todo un acierto que no solo mejoró su imagen, sino también ayudó a recaudar fondos para la conservación de este tipo de animales.
Nuestras 8 mascotas también han quedado muy bien, el proceso creativo ha resultado muy enriquecedor, y aunque está mal que lo digamos, el resultado final es espectacular, y es que, ponerse en manos de profesionales es lo que tiene, ¿verdad?
De todas formas, juzgad por vosotros mismos…